EFECTO PLACEBO (2020)

Efecto placebo. 
(Texto de exposición personal) 


Es la sociedad en su estructura fundamental un reflejo de un efecto placebo, sólo fake- news. Los botones del ascensor, los del semáforo en otros países, claro, los videojuegos, los celulares y sus aplicaciones, Facebook, la publicidad, la propaganda, los amores placebo… SHIT!, el dinero. Hacer arte a veces me parece que consiste en complacer; complacer al mercado, a los críticos y curadores, a la institución, las nuevas tendencias, a los coleccionistas. Si entendemos el arte como este valor ficticio para crear una realidad terapéutica, entonces la sociedad sin el arte está en piloto automático, como sonámbula, que sería de ella sin esa creencia del arte y la religión. La receta que nos da el médico nos tranquiliza, en ese papel se encuentran nuestros temores a la enfermedad disueltos, y se cierra ese ciclo al tomarnos la pastillita. La curación espiritual se basa también en este efecto, de ahí deriva la fe y la esperanza. Para otros también al comprar una casa o carro nuevo. No porque un auto moderno cueste cientos de miles de dólares significa que sea mejor que un carro antiguo de los años 30; es decir, esta situación se encuentra por doquier. Es posible que la sociedad no pueda sostenerse sin esa “píldora”. No podemos ver el interior de la tienda porque sólo observamos nuestro reflejo, como si al pasar frente a la entrada de un solar en vez de advertir olor a humedad sintiéramos fresquito de aire acondicionado… no es un hotel. Dios es una extensión de nosotros o a la inversa, puede que Él sea nuestra prótesis, no nuestra extensión, y por eso sobrevivimos, por la ilusión de apoyo que se anida en nuestra conciencia. El medicamento de la mentira gratifica pues alivia sentir que una ficción se sostenga en el mundo real, sino nuestra consistencia se pone a prueba. Qué más da que cualquier sustancia pueda actuar como placebo, si incluso un vaso de agua pura puede ser curativo. ¿Será el agua bendita?

 Jenny Brito Mora 2020



(De un lado imágenes de mi cuerpo y del otro, fragmentos de mi casa)


Autorretrato
Polvo, acrílico y fotografia digital. 
Dimensiones variables
2019

(Texto para pie de obra)
 
Me miro al espejo  y no sucede nada, sigo en el mismo lugar, nada se percibe distinto, no siento el correr de los segundos ni los minutos, aunque sí me percato de los años. Cualquier partícula de mi piel que se haya desprendido no la puedo recoger; todo sucede a nivel microscópico, esa otra realidad.   Quizás nos sea más comprensible como al mirar por una ventana cuando viajamos en un tren a alta velocidad. Un horizonte siempre borroso, sin definición, un paisaje que se diluye aceleradamente, por lo tanto no podemos contemplar ninguna forma.  

Somos un microsegundo en tiempo geológico, un paisaje efímero a alta velocidad. Entonces, si somos polvo antes de existir ¿Cuál es la realidad si apenas somos un punto en el tiempo?, las rocas serán testigo.








Levedad inmóvil
Lámina de hierro galvanizado, luces Led, laptop.
Dimensiones variables. 
2020
 
(Texto que acompaña en el pie de obra)

Un Cristo de metal  ha perdido su tridimensionalidad,  se ha vuelto una silueta, una sombra de sí mismo para dar cabida a lo que lo contornea, su luz, lo que provoca su sombra, su antagonista natural  lo ha vuelto un arquetipo. Es posible que una sombra de hierro contenga en ella luz. Crear una sombra que lo contenga todo, al punto de reconocernos en ella, como también pueden caber en ella todos los universos posibles, una sombra a la espera, muda, anónima y tangible, no la de Peter Pan que se escurre por las paredes con necesidad de coserla. 

Un Jesucristo sin sombra, es decir, sin luz, no tendría su reflejo proyectado en la tierra, no habría imagen que se deslice por las dunas del desierto. Eso es lo que tenemos, una imagen que esconde su forma material y sólo nos muestra su espectro anónimo, nada más la conciencia de que este exista. 

Ya llegó la luz, lo único que me agrada de los apagones es el silencio, si es que eso es real. 


Emociones representadas en la  piedra marina.

Links de Facebook.

Celular con enfermedades cerebrales representadas.

Exo
Piedras marinas, alfileres, papel, celular, pedestales y proyección de colores RGB.
Dimensiones variables. 
2020



En esta obra antropomórfica reinterpreto el cerebro y sus emociones, los links de facebook, las enfermedades provocadas por el exceso de las redes en las personas. Lo digital distorsiona la realidad, nos aísla de ella. Decidí utilizar rocas del lecho marino pues afianzan nuestro origen animal primario, el océano; nos vincula a ese misterio, y nos remite al subconciente. La geología marca la verdadera edad terrestre; la roca es tiempo, hecho forma. Todo está conectado, pues hasta las lágrimas son saladas.




Después de la cena
Impresión fotográfica sobre lienzo
1.27 x 57 cm
2020

La vida se ha vuelto limpieza constante, y,  no es eso la religión? Los rituales de carácter religioso se enlazan con momentos significativos de la vida: bautizos, bodas, entierros;  presentes en ellos el agua. Ahora cada instante nos hace estar alertas del hábito de la limpieza,  lo cotidiano se transformó en perenne purgación. A la vez, las visitas a espacios religiosos quedaron en espera, y dentro de ella hasta los rituales cambiaron. 




Serie Autopistas para las hormigas.
2020


Serie La sombra me está esperando. 
2020





 




             Vista general de la muestra.



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